De nuevo a Delhi

23 y 24.04.2012
Anoche dormí con el ventilador encendido. Al final tenía que escoger entre morir asfixiada o morir por un golpe de hélice, y, por cuestión de probabilidades, me he decantado por dormir fresquita. Es cuestión de ir superando miedos.

Hoy más vueltas hasta la hora de irme. He visitado el Nepali Temple que está aquí al lado. Está lleno de templos por todas partes, más grandes, más pequeños, más chulos, menos ... cada uno tiene su puntillo. Eso si, siempre te has de descalzar y empezar a brincar hasta la sombra si no quieres dejar tu piel como ofrenda en las losetas.

A las 3 ya estaba en la guest house para prepararme la mochila. Primera prueba: conseguir mi ropa. El día que llegué les dí 3 camisetas y 1 pantalón para que me los lavaran. "No problem, no problem". Cada día se la he pedido y no ha estado lista. Hoy me he plantado en la puerta y no me he movido hasta que me la han dado. Me la ha traído una niña hecha una pelota, como cuando la sacas de la lavadora. Arrugada no, lo siguiente. Y los logos de MONA como si hubieran sufrido ya 1000 lavados. Qué se le va a hacer!

A las 6 me ha recogido el rick shaw para llevarme al tren. He tenido que cogerlo desde Mughal Sarai, una ciudad a unos 20 km., casi 2 horas de viaje, con una caravana impresionante, sin luz casi, pensando que se nos echan los coches encima, y tragándome todo el humo y el polvo de la carretera.
Aquí el tema de los transportes va como va, todos sacan tajada. Tu intentas reservar un billete de tren por internet , en la página oficial, y nunca hay billetes, siempre estás en waiting list. A partir de ahí ya entras en su juego, o sea, preguntas y siempre hay alguien que de una manera u otra te lo puede conseguir, aunque sea desde un sitio cercano. Se ve que hay algunos que se dedican a comprar o reservar los billetes y luego los revenden, lo que a ti te supone

siempre acabar pagando una comisión que varía según no sé que criterio. En mi último billete, el precio que marca es de 900 rupias. Yo he pagado por él 1500. Luego, por ejemplo, el de la moto de hoy quería que le pagara la gasolina, SI, HOMBRE!, ya le he dicho que yo había pagado 300 por el viajecito y que no pagaba más. Él llorando que si la
gasolina es cara, que si a él solo le daban 200, bla,bla,bla.
El viaje en tren, como siempre, una odisea. Cuando llegué ya estaba todo el mundo durmiendo y al final se tuvo que movilizar toda la gente de mi alrededor (no hay compartimentos) porque mi "litera" era la del medio y se había de montar. Vamos, lo que se dice una buena entrada.
Al llegar me vine para el hotel en el que estuve la otra vez. El mejor de entre todos los que he estado aquí, y con gran diferencia, pero para ser realistas en España no pasaría de "pensioncilla"