27.10.2012
Acabo de llegar a San Pedro de Atacama, un pueblecito maravilloso del que ya os hablaré en mi siguiente entrada. Hoy la entrada del blog se la dedico a esos encuentros fortuitos que te hacen ver la gente tan estupenda que hay por el mundo.
El día que debía viajar hacia Valparaiso y Viña tuve que pasar un par de horas en la terminal de autobuses. Cuando ya quedaba poco para irme decidí comprar unos frutos secos o algo para "picar" durante las dos horas de viaje. La terminal estaba lleeena de tiendas, unas más grandes otras más pequeñas, pero en todas vendían comida o cualquier cosa que pudiera necesitar el viajero, así que solo el destino, o la suerte, quiso que entrara en una determinada y allí, mientras me decidía, un hombre, que supuse el propietario, me preguntó qué era lo que necesitaba. Al hablar con él rapidamente me dijo "española?" "si" "de dónde?" "de Barcelona" "catalana llavors" :)
Resulta que él era chileno, pero me estuvo explicando que su madre era catalana y que junto a su abuela materna, que vivía con ellos, le habían enseñado a hablarlo y realmente lo hablaba muy bien. Al rato me presentó a Jesús, un logroñes que ya vivía aquí desde hacía 7 años, y estuvimos hablando hasta que llegó la hora de marcharme. No me quiso cobrar las patatas que había cogido y nos despedimos mientras me decía que a su madre le hubiera gustado conocerme. Me marché pensando en el rato tan agradable que había pasado. Y ya está, hacia Viña ... hasta ayer, que para viajar a San Pedro debía pasar de nuevo por Santiago. He salido de Viña del Mar a las 12:15, así que a las 14:15 ya estaba en la capital. Mi autobús hacia el norte salía a las 19:00 h., así que tenía más de 4 horas de espera. He pensado en ir a saludarle de nuevo, pero por otra parte me echaba para atrás el hecho de que pudiera pensar que iba a ver si me regalaba alguna cosa más. Tonterías mias. En fin, como la realidad es que me apetecía, me he ido para la tienda. Allí solo estaban una señora y una chica joven. Le he preguntado por el propietario y me ha dicho que no estaba. He visto que se lo comentaba a la señora y ella me ha preguntado "que eres catalana?" (evidentemente le habían comentado mi visita de unos días antes). Y bueno, a partir de aquí he compartido el resto de la tarde con la familia SOMALO VALOR: la señora Quimeta, los hijos Juan Francisco (al que conocí el primer día) y Joaquín, el suegro de Joaquín, y un rato también con Jesús, el de Logroño.
Que tarde más agradable! Hemos estado hablando, riendo, porque los hijos y el suegro son unos guasones, y me han tratado muy, muy bien. Me han invitado a un café, luego a merendar y, cuando ya me iba, la Sra. Quimeta me había preparado un paquete "para el viaje", con galletas, sandwich y coca-cola. QUE MAJA!, que majos todos, de verdad, preocupándose por mi y siendo tan generosos. A mi estos gestos me emocionan mucho porque al fin y al cabo no me conocen de nada. Se han puesto a la altura de Pedro e Isabel.
Le he preguntado a Quimeta cómo es que había acabado en Chile y me ha estado explicando que su padre se vino a probqrmen el año 36 y tras pasar un año aquí volvió a buscar a toda la familia a Barcelona. Ella tenía solo 11 años por lo que se siente muy chilena, pero no ha perdido el catalán y lo habla estupendamente. Aquí al padre le fueron bien las cosas, ella se casó y las cosas también les han ido bien. Tienen varias tiendas y no sé si tendrán más negocios, pero se vé que se lo han ganado trabajando mucho. Tienen personal, pero ellos están allí trabajando como uno más. Joaquín me explicó que a él y a su hermano les iban muy bien las cosas en sus anteriores trabajos, pero trabajando y viajando mucho, así que al final habían acabado los dos dedicándose a los negocios familiares. También me dijeron que si me quedaba ellos intentarían ayudarme. Supongo que en una de las tiendas podría trabajar, ... Y nunca se sabe cómo acabaremos con la crisis. :)
Bueno, la cuestión es que también me preguntaron que hacía dónde iba después de San Pedro y yo les expliqué que mi intención era llegar a Montevideo sin tener que volver a Santiago, pero que aún no sabía si era posible (y que no fuera más caro, claro). Ellos me han dicho que si vuelvo puedo pasar unos días con ellos en una casita que tienen en la playa y así conocería a toda la familia: esposas, hijos, marido, etc. Y Joaquín ya estaba diciéndome que yo podría conducir uno de los coches con sus padres. :). Me he pasado el viaje en autobús dándole vueltas al tema porque en el caso de que vuelva a Santiago para ir a Montevideo debo permanecer 4 días allí, ya el autobús solo sale una vez a la semana, y, claro, me apetece mucho pasar unos días en la playa conociendo otra parte de Chile de la mano de una familia chilena, pero por otro lado, como siempre, me parece que es abusar un poco.
Bueno, a ver cómo acaba la cosa. Voy a mirar el tema del autobús a Montevideo. Ya os comentaré.
De momento, lo único claro es que hay gente estupenda por todas partes y yo he tenido la suerte de toparme con varios de ellos. :)
Ahora voy a enviarles un mail de agradecimiento y les paso el link del blog para que vean que ahora ya son "famosos" :)
Publicado con Blogsy
